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PostHeaderIcon Ahora solo falta la vitrina... la copa... Ya la tenemos !!!

Peñarol 3-0 Atlético Oriente
Lo llevan en la sangre
Figura del partido: G. Queijo (Peñarol)

Goles Peñarol Goles Atlético Oriente
G. Queijo
G. Ferrari
J. Alonso

Reporte del partido:

Llegando al final del camino, por la copa de campeón de la Liga de Promoción se veían las caras Peñarol y Atlético Oriente, dos equipos de gran campaña que querían coronar una temporada donde su rendimiento fue superlativo. Los uruguayos llegan a este partido luego de superar con comodidad a Barcelona por 5-2, en un partido que dominaron por completo y en que demostraron todo su poder goleador. Más duro le tocó a Oriente para llegar a la final, ya que debieron extremar recursos para sobreponerse a un 2-0 en contra para terminar empatando a 3 goles y, en una infartante definición a penales, imponerse por 6-5 y timbrar su paso a la final. Ambos equipos ya ponen sus fichas en la Liga de Honor 2010, pero la copa de campeón es también algo por lo que no estaban dispuestos a dejar pasar la oportunidad de quedársela.

Peñarol, de amarillo y negro, se paró en el campo con un tradicional 3-5-2, con los siguientes guerreros: Aldayuz en el arco; Hazbún, Echenique y Tavolari en defensa; Tchakirian y Moreira en la contención; por las bandas González y Martínez; en la salida Queijo; y los puntas Ferrari y Alonso. Atlético Oriente, de verde fluorescente y azul, dispuso de un 4-4-2 clásico, con un cuadrado en el medio y estos protagonistas: Carmona bajo los tres tubos; Salinas, Urrutia, Soto y Vaisman son los zagueros; los volantes defensivos son Guzmán y Pinochet; los de creación son Núñez y Vicuña; los delanteros son Latorre y Bórquez.

Un partido intenso, como toda final, fue lo que se vio desde el primer minuto, con dos equipos luchando cada pelota y muy ordenados para evitar ser sorprendidos. El nerviosismo también se hacía patente con imprecisiones en el juego que hacían que el juego fuera muy trabado y con pocas llegadas. Así, recién a los 13 minutos se registró la primera ocasión de gol, cuando Queijo superó en el salto a la defensa oriental y cabeceó apenas desviado tras un tiro de esquina lanzado desde la derecha. Pasando el cuarto de hora de juego, Peñarol comenzó a presionar más a su rival y a arrinconarlo en su campo, con un medio campo que presionaba mucho, y un conductor como Queijo que estuvo muy enganchado con el juego, ayudando mucho en la contención y conduciendo siempre con criterio para guiar a su equipo hasta el arco rival. Este dominio de los aurinegros trajo consecuencias, primero a los 18 minutos cuando en un forcejeo en un córner, Guzmán le dio un manotazo a un rival y el árbitro no dudó en expulsarlo de inmediato. No alcanzaron a pasar 2 minutos desde la expulsión del 11 verde, cuando en un córner nuevamente apareció Queijo para ganarle a todos en las alturas y, esta vez con mejor puntería, la mandó al fondo del arco con un testazo que Carmona no pudo contener. Con el hombre menos, Oriente perdió mucho, especialmente en la posesión del balón y en la sorpresa, ya que se vieron obligados a replegarse, al punto de que Núñez pasó a ser volante de contención, muy pegado a la defensa. A pesar de todo, a los 29 minutos lograron incomodar bastante al meta Aldayuz, cuando Bórquez se escabulló de la defensa aurinegra por la derecha, se metió al área y pateó fuerte al primer palo, el meta Aldayuz voló y logró desviar el remate del 21 verde. Cinco minutos después, un tiro libre cerca del área oriental fue cobrado por Moreira, el 5 en lugar de patear al arco sorprendió con una “jugada de laboratorio”, pasando el balón a Alonso, que estaba solo por la izquierda en el área, el 10 pateó muy suave y desperdició una ocasión inmejorable para aumentar. El manya tenía las riendas del juego y parecía que no había por donde Oriente pudiera contrarrestar su dominio, el 1-0 era incluso mezquino para lo que se veía en la cancha, aun cuando las llegadas a los arcos escaseaban en ambos lados. Entrando en la recta final del primer tiempo, una rápida contra por la derecha comandada por Ferrari terminó con un pase al centro para Tchakirian, que llegó solo a definir y desvió increíblemente cuando era más fácil hacerlo que perderlo. Fue la última ocasión de relevancia del primer tiempo.

El segundo tiempo comenzó con movimiento de inmediato, apenas dos minutos pasaron cuando Bórquez pateó un tiro libre desde el vértice del área de Peñarol, fue un tiro colocado buscando el primer palo que pasó por centímetros sobre el horizontal. Tres minutos después Vicuña intentó un globo desde unos 30 metros, pero encontró bien ubicado al meta Aldayuz. Se veía una mucho mejor disposición y orden de Atlético Oriente, obviamente conscientes de que se les estaba yendo el campeonato. Así fue como Vicuña y el ingresado Covarrubias comenzaron a guiar al equipo hacia campo rival, pero sin lograr superar a una férrea defensa aurinegra. Los verdes presionaban arriba pero al mismo tiempo dejaban espacios para la contra, tal como sucedió a los 17 minutos, cuando tras una veloz contra por la derecha, Ferrari apareció en el corazón del área para mandarla al fondo del arco con un remate a un costado que el meta Carmona nada pudo hacer para evitar que fuera gol. Peñarol, a la uruguaya, se cerró bien atrás y a la contra se aprontaban para liquidar el partido. A los 32 minutos Vicuña envió un balón al área desde la izquierda, desde la derecha se metió Olmedo para conectar de primera y de aire el balón, su tiro pasó apenas desviado cuando el golero sólo miraba la trayectoria de la pelota. Cuatro minutos después volvieron a hilvanar una contra, y nuevamente fue el volante defensivo Tchakirian el encargado de terminarla, esta vez con un disparo cruzado a la entrada del área que Carmona manoteó al rincón. Los orientales replicaron y Ruderer apareció por la izquierda para terminar la jugada con un disparo fuerte pero demasiado recto, directo a las manos de Aldayuz. Cuando ya se preparaban los festejos, sobre el final del partido, una contra por la izquierda terminó con Alonso definiendo cruzado para decretar el 3-0 definitivo y sellar el partido. El título de Peñarol ya era una realidad, un premio justo para un equipo de gran campaña, que le ganó a todos los demás equipos que pelearon el título, y también un bálsamo para los uruguayos de nuestra liga, luego del descenso de Uruguay desde la Liga de Honor.

Con el recuerdo latente del Apertura 2009, cuando Uruguay vio como se le escapaba el título de las manos, esta vez Peñarol no estaba para sorpresas y sí pudo sacar a relucir la característica garra charrúa, demostrando por qué los uruguayos se han ganado una fama a nivel mundial por su capacidad para sobreponerse en instancias límites.
¡La Liga de Honor los espera!

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